jueves, 27 de enero de 2011

El don de la Paciencia

Sensación de impotencia,

angustia solapada,

mostrar una sonrisa

cuando te duele el alma.

Hurgar en la memoria

recuerdos olvidados,

buscar una razón

que ayude a comprender.

¿En qué puedo ayudar,

como ser paciente,

observar y esperar

que el tiempo pase?

Y esta incertidumbre

que me aplasta,

esta desazón

que me corroe.

Le pido a mi señor

fuerza y constancia,

paciencia sobre todo,

y esperanza.

Este amor es tan grande,

y la angustia me oprime,

porque quiero su bien,

y todavia está lejos.

Sofocar mi ansiedad,

desterrar el dolor,

al futuro mirar

con ilusión,

con fe, con emoción,

con alegría,

y que vuelva la risa

a nuestra vida.

El amor apacigua el dolor

Hay momentos, circunstancias, situaciones, en que todo parece muy dificil de sobrellevar. Pero, si estamos en paz, y con fe en el Universo, en Dios, en lo que quieras creer, las circunstancias se sobrellevan, se superan con el paso del tiempo, y la alegria de vivir nos arrastra a elevarnos por el bien de nuestros amores y de la humanidad. Nuestro espiritu nos empuja hacia la perfección, a concretar nuestra misión, que no es otra que amar, a nosotros mismos y a nuestro projimo, porque el bien comun es lo mas importante, y de eso somos todos parte integrante y funcional.



La felicidad esta en nosotros, y nuestro espiritu es feliz, si le damos la oportunidad de actuar en consecuencia. Nada puede ser tan dificil ni hay dolor tan duradero, ni siquiera la muerte es definitiva. Mi vida depende de mis pensamientos, de mis actos y de mi sentir, de mi ayuda al projimo, de mi corazón abierto, del amor que tengo, del que doy y del que siento.



Recordar al que se fue con amor, alegria y felicidad, es el mejor homenaje, y la mas pura acción de amor, para que su espiritu descanse en paz y en armonia, para que no sufran por nuestro dolor. Y tenerlos siempre en nuestro corazón, llevando su amor con nosotros a todas partes. Es difícil pero, con amor, nada es imposible.