el lugar donde recibo y a la vez mis murallas.
Donde encuentro la paz y la templanza,
donde busco refugio en mis desesperanzas.
Allí recupero las fuerzas perdidas,
me reencuentro con mi ser extraviado y desconcertado.
Revivo mi presencia, y mi luz se enciende,
me reencuentro con las ganas de seguir, que habia perdido.
En mi casa reservo lo que quede de mi,
esa esencia que nunca en la vida perdí,
y que me encuentra creando y rescatando
los jirones de mi alma que quedaron por ahi.
Los amores que no fueron se desarman,
y mi corazón se reconstruye atravesando el desamor,
no hay remedio mejor para mi corazon roto
que las paredes protectoras de mi casa.
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