viernes, 6 de junio de 2014

Abandono

Hoy vi su mirada
triste y desolada,
una mirada de abandono,
cruel, de gran encono,
levantando sus defensas con enojo,
inventándose un presente generoso.
¡Qué tristeza y que rabia contenidas,
transmitían esos ojos solitarios.!
Nunca supieron del placer
de una caricia,
de una palabra de amor,
del amor de una madre,
del cobijo y protección
desconocidos, distantes.
¡Cómo podría recrear
para él un mundo nuevo,
rescatarlo del olvido,
regalarle el mundo
para que lo disfrute
y lo arme de nuevo;
desterrar el sufrimiento,
y alejarlo de la soledad vacía
y la desidia.!
¡Cómo enseñarle a bendecir el nuevo día,
a ser feliz con el sol
y con la lluvia,
que el frío no lacere su piel desnuda,
que recupere su dignidad
y tenga un techo,
donde además de cobijo
encuentre sus sueños.!
No soporto mirarlo,
él desafiante y desvalido,
su abandono me duele
como si fuera un hijo mio,
no puedo contener mi dolor
cuando lo miro,
entregando tarjetitas que jamás ha comprendido,
que hablan de amor,
para él desconocido,
y de una felicidad
que le resulta esquiva,
con la que no puede soñar
por ser su eterna fugitiva.

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