sábado, 15 de febrero de 2014

Ilusiones perdidas

¡Cómo me gusta soñar!
Imaginar el amor entre mis brazos,
soñar con un secreto revelado:
escuchar de sus labios un: ¡Te amo!
Esperar el amor en cada abrazo.
No importa si se rompen
nuestros sueños,
mi corazón puede amar y darlo todo.
Puedo entregarme entera,
cuerpo y alma en cada beso,
y eso es lo único que cuenta,
mi apertura y mi exquisito trato.
Despertar a un corazón endurecido,
es difícil, pero no era mi destino,
las heridas que no cierran,
las que duelen,
son aquellas que nos dejan estancados,
reviviendo los dolores del pasado,
y cortando nuestro presente imaginario.
Resistirse a vivir es un pecado,
resistirse al amor otro pecado,
más un alma dormida, inútilmente
pueda dar lo que no tiene,
su corazón intacto.

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