miércoles, 8 de enero de 2014

Inspiración nocturna

Me abraza la noche, o la abrazo yo, o quizás las dos nos embarcamos en el vagar del pensamiento. Una idea que me lleva, hacia lugares remotos, hasta el ayer casi olvidado, o al presente bendito que me regala Dios. 

A veces los sueños se agolpan y me arrastran, soñando, imaginando, sintiendo un perfume, mirando unos ojos desconocidos, alerta, asombrada y deseosa de percibir la intangible posibilidad de lo anhelado. 

¿ Es la soledad la que me ampara en la noche? ¿Es ella la que me tiene atrapada en el divagar del pensamiento? 

Hoy escucho la música del alma, y me atrevo a vivir en la fantasía, en la luz de una estrella que a lo lejos, me indica que el camino es intenso, y la vida se expande, porque los rastros del amor están por todas partes.  

La señal de la vida es una sola, y a la vez son varias señales que se bifurcan: como si el camino se hubiera convertido en dos senderos, donde debo elegir transitar por uno de ellos. 

Inevitable es que me detenga, que sopese los riesgos, que me vea en el trayecto imaginado, y llegando a la meta. ¿Hay alguna meta? No existe llegada, solo el transitar, la belleza de admirar el paisaje, de disfrutar cada paso enajenada, expectante de amor, ilusionada, sinceramente apasionada por ver el desarrollo de esta nueva experiencia. Sorprenderme por cada flor que asoma a la vida, realzando la belleza del camino, que se advierte que es solo el costado del destino, una visión pequeña de lo que podría llegar a ser. 

Y al momento de imaginarlo, una revelación me asalta, como una fugitiva, se abre ante mi la profunda certeza y no puedo dudar: el destino será lo que yo imagine, lo que sueñe, lo que sienta, lo que me haga vivir la emoción que yo elija, y es ahí donde ya no hay retorno, porque es mi fe la que me lleva a realizar lo que pienso, si es bello, si es dulce, si es fruto de mi amor por la vida, así será de bello, dulce y amoroso el resultado. 

Entonces es la noche la que me abraza, y la abrazo yo feliz, porque en mi corazón está la esencia del amor infinito, del amor increíble, del amor incondicional, del amor soñado, el esperado, ese amor a la vida que todo lo transforma y lo convierte, lo recrea y lo crea para ver mis sueños realizados. 

Ya no siento la soledad, la emoción del amor transforma mis sueños en mi vida presente y la futura.

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